El fin de semana fueron las elecciones europeas y el resultado ha sido claro. Las derechas se consolidaron dentro del voto popular europeo, logrando así que la Eurocámara tenga una mayoría del este ideológico. Fracaso rotundo de la izquierda, los socialistas y los progresistas se vieron relegados en la mayoría de países, generando un caos, por ejemplo, en Francia, donde después de que los franceses le dieran la espalda a su presidente, Emmanuel Macron, este cerró la Asamblea Nacional, y convocó a elecciones generales.
Haciendo un breve resumen de la mayoría de algunos de los países más importantes, a nivel de escaños en el Parlamento Europeo, podemos decir que la izquierda se ha visto aplastada en algunos sectores. Pero algo que se resalta también es que en diversos países los partidos de los actuales jefes de Estado no lograron consolidarse en estas elecciones.
Francia fue la demostración más tajante. La Agrupación Nacional liderada por Marine Le Pen obtuvo casi un tercio de los votos. “La ultraderecha” como estilan decir varios medios de comunicación como CNN, BBC, Deutsche Welle, El Mundo, entre otros, arrasó en votos en Francia, mientras que el partido de Emmanuel Macron no logró siquiera un 15% de los votos. Un fracaso que implicó que el líder francés convocara a elecciones para finales de este mes.
Otro líder que fracasó rotundamente fue Olaf Scholz. El partido del canciller alemán tampoco logró alcanzar ni el 15% mientras que los distintos partidos de derechas, lograron ser la mayoría alemana en la Eurocámara. Mientras que la alianza del gobierno, Los Verdes, también obtuvieron un fracaso histórico.
En España, la pelea fue más dividida. El PSOE se puso segundo, no mucho detrás del Partido Popular. Aun así, se repite lo mismo que en Alemania o Francia, el partido del Presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, no logra posicionarse en primer lugar. Sin embargo, los otros partidos zurdos, como Sumar o Podemos, este último de Irene Montero, quien quiere que “les niñes tengan sexo con quienes quieran”, fracasaron. Mientras que “la extrema derecha de Vox” quedó en tercer puesto.
En Italia, por más que le duela a los medios de comunicación, “la ultraderecha fascista” de Meloni también obtuvo el primer puesto. Siendo así el único país de estos cuatro donde el partido de quien gobierna ganó las elecciones. En este caso con casi el 30%. Si sumamos a los otros partidos de derechas italianos, también se concreta una mayoría para la Eurocámara.
Después, en países conservadores, como Polonia, Hungría o sorpresivamente en Austria, también se consolidó la derecha.
¿Pero por qué? ¿Será que Europa busca encontrar su identidad perdida en estos años?
Los socialistas y progresistas han destruido el viejo continente en estos años. La Unión Europea ha sido un desastre en diversos aspectos. La Unión Económica y Monetaria hace años que no funciona, conllevando diversas políticas de ajustes que en muchos países no dan resultados. Diversos países hoy viven a costas de otros, como Grecia, Portugal, España no está ahí gracias a su turismo. Lo que ha estancado el crecimiento de otros países.
La pérdida de soberanía es otro factor a considerar. La UE ha generado que los países no puedan actuar de la manera que consideren más favorable, si es que va en contra de los lineamientos de la Unión. No por nada el Reino Unido se separó, pese a ser el más autónomo previo al Brexit.
Esto lo demuestra claramente la pobre e ineficaz política migratoria europea. La Unión fuerza a países como Italia o Grecia a recibir más y más refugiados, aceptando las millones de solicitudes de asilo. No obstante, luego los otros Estados no cumplen con su “obligación” de recibir refugiados. Por lo que se estancan en estos países volviéndose un problema para los gobiernos, que apenas pueden con su gente. Luego le dicen a Meloni fascista, porque no quiere aceptar más refugiados y más inmigrantes. Y, honestamente, los inmigrantes son un gran problema en Europa. No solo por el choque cultural y su negación a adaptarse al país que los recibe, ejemplo de ello fue el juicio en Italia donde una familia musulmana presentó una demanda para que retiren las cruces de los salones, la cual el símil al Tribunal Constitucional Italiano terminó declarando infundada. Si no que, además, los índices de crímenes son altísimos desde que llegaron, siendo, en gran parte de los casos, extranjeros los autores del delito. Tanto así que un estudio de The Journal of Comparative Economics precisa que los crímenes en Europa bajan durante el Ramadán.
El progresismo, el antisemitismo son también consecuencias que se viven debido a la perdida de identidad en Europa, que se ha visto apoderada por una ideología nefasta. Al punto que hemos visto que han puesto Estrellas de David para marcar las casas de judíos en Berlín o, por su parte, en España vemos como "romantizan" la pedofilia.
El auge de esta derecha nacionalista, que los medios atacan y señalan como extrema (pero jamás emplean el término ultraizquierda) es la respuesta a estas políticas y a esta crisis que se vive en Europa. Y ahora el pueblo europeo busca que mediante la Eurocámara se revierta esta situación, y se regrese a los países del “Viejo Continente” al lugar que merecen.