OpiniónSábado, 15 de junio de 2024
ONGs, democracia y representatividad, por Dardo López-Dolz
Dardo López-Dolz
Ex viceministro del Interior. Invitado del CIPP.

¿En qué momento la voluntad de billeteras grandes de extranjeros se volvió más importante que el voto de los ciudadanos?

¿Por qué seguir eximiendo a las ONG 's del control de los fondos que reciben para acción política? ¿Acaso no controlamos ya el flujo que reciben los partidos para realizar acción política?

La democracia es la mejor forma de gobierno conocida para evitar que unos pocos poderosos utilicen su dinero para hacerse del poder, mantenerse en él y orientar la normativa en respaldo de sus intereses.

El voto universal es siempre mejor que la mera imposición de una posición económicamente dominante. Ningún demócrata que se respete se atrevería a afirmar lo contrario.

Los antiguos apellidos rimbombantes que otorgaban autoridad y representatividad que debía ser respetada por el vulgo han sido reemplazados por el apellido ONG que se esconde tras la vacía entelequia denominada sociedad civil.

Considero loable el papel que algunas ONG vienen realizando en defensa de los menos favorecidos o del medio ambiente. Sin embargo, ¿aceptaría usted que el grupo económico “X” se arrogue más representatividad que las autoridades electas porque tiene mucho dinero y está dispuesto a invertirlo para que las cosas funcionen como ellos quieran?

En democracia la representatividad se obtiene por el voto del pueblo. Es inmoral pretender legitimar el poder de las billeteras sobre la marcha del país o afirmar que la representatividad se mide por el tamaño de la cuenta bancaria.

Ahora pongámosle el apellido ONG y cual espíritu santo descenderá sobre dicha organización una representatividad que no fue sometida a conocimiento popular ni al voto, no recibieron el encargo de la población. Lo que recibieron fue dinero y punto.

¿Toda esa historia de la democracia representativa, el voto popular, la elección de los representantes del pueblo y todo eso que aprendimos en la escuela no es más que distracción?

¿Acaso el real poder no viene del pueblo si no de la billetera, además cuando más grande más representatividad me otorga y mejor si es extranjera?

Había que ponerle a esta seudo representatividad, entonces algún iluminado acuñó el título de “sociedad civil” y asunto resuelto. El resto, es decir la mayoría no consultada, aquellos que elegimos a quienes queremos que nos representan, ¿somos no civiles?

Destinar dinero para desarrollar lo que consideramos saludable para una sociedad, siempre que no respalde o defienda acciones violentas es absolutamente lícito. Pretender a partir de esto arrogarse representatividad que nadie les otorgó (salvo dueño del dinero) cuál iluminación divina es absolutamente inaceptable. Si desean preséntense en elecciones y obtengan el voto popular.

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