OpiniónMiércoles, 10 de julio de 2024
Incertidumbre política, por Patricio Krateil
Patricio Krateil
Comunicador

Se vienen las elecciones en nuestro país y tanto la derecha como la izquierda no saben muy bien en donde poner sus fichas. Surgen nuevos partidos y parece ser que como va la cosa, la plancha de votación será de dos o tres páginas.

En la izquierda, el único que se mantiene medianamente firme, aunque con muchas eventuales tachas es Antauro Humala, el cual reivindica a Sendero Luminoso y pretende instaurar una suerte de califato velasquista. Un peligro inminente.

Además, con la nueva alianza con Juntos por el Perú, que además se le ha sumado el grupo criminal del ML19, parece ser que ya tenemos asegurado al radicalismo zurdo en mesa.

Por otro lado, la facción progresista del bolcheviquismo peruano aún no hace del todo concreta su candidatura. Hay quienes dicen que podrían estar enviando a Martín Vizcarra, otros que podría revivir Veronika Mendoza o que la morada Susel Paredes se lance.

No obstante, también hay algunos personajes insólitos como Aníbal Torres, que está amenazando con postular desde hace unos meses. Por si fuera poco, el golpista Pedro Castillo está formado un partido desde Barbadillo.

Por si fuera poco, además, tenemos en el ala de la tecnocracia progresista, esos amantes del gasto público y de imitar todo lo que pase en Bruselas, lanzando pequeñas semillas en diferentes partidos o agrupaciones que al final lo único que harán será estorbar la elección así como lo hizo el Partido Morado con Julio Guzmán. "Lo Justo" sería que no se presenten.

Sin embargo, la derecha no se queda atrás, si bien sería bueno que se pongan más centrados y comiencen a buscar un solo frente, pues lo que puede salir del otro lado es para alarmarse. Están parecidos a los socialistas en cuanta división y caudillismo. Carlos Añaños quiere una alianza al igual que Fernando Cillóniz, pero ninguno realmente explica como sería. ¿El PPC puede resurgir realmente?

Por el lado del APRA no sabemos a quién va a mandar, pero parece ser que tampoco la tienen clara. Se rumoreó mucho sobre Philip Butters, pero parece que el periodista ya eligió la trinchera de Avanza País. Pero según el señor Cillóniz Avanza País iba a ir en una alianza, ¿ahora habrá alianza si tienen a un posible candidato tan popular y masivo como Butters?

Si hablamos de Avanza País tenemos que hablar un rato de Hernando de Soto, el cual no sé por qué desea postular con una edad tan avanzada. No se aprendió nada de Biden. Pero por si fuera poco, el partido donde está entrando llamado "Hablemos" parece el típico "squad" de progresistas europeos que les importan más los gatos del Kennedy que las barriadas de Ventanilla.

Si hablamos de ancianos tenemos que mencionar al exmandatario Fujimori. Fuerza Popular, liderado por Keiko, en su egolatría política, pretende mandar a su padre, Alberto Fujimori, a postular. Todos sabemos que la edad del Alberto Fujimori no da ni para que sea alcalde de Surco. Es un señor que debería pasar estos años libre en su casa, con su familia y no tratando de salvar al país. Un Perú que no es el mismo de los 90.

Y su hija, Keiko, por su parte, ha demostrado que no le gana a nadie. Un semianalfabeto con el manifiesto comunista en una mano y el MOVADEF en el otro pudo más que ella. A Keiko no la vota ni su hermano Kenji.

En líneas generales, el panorama político no encuentra lugar. No sabemos a donde vamos. No sabemos realmente quiénes serán los que se presenten. No sabemos cuáles serán sus promesas y lo más importante, no sabemos cuál es el sentir popular.

¿Qué quiere el peruano? ¿Un "outsider"? ¿Un populista? ¿Un tecnócrata? ¿Un Bukele? ¿Un Milei? ¿Un Petro?

¿La sociedad buscará un candidato de derechas o es que se han dejado envenenar con el discurso caviar de que Dina es ultraderechista y el congreso es aprafujimorista, que buscarán otro bolchevique?

Hay una cosa cierta, el descontento político continuo intacto. No se pudo lograr nada en estos años con Dina Boluarte. Así que no nos alarmemos si para estas elecciones volvamos a ver a un radical con la banda presidencial.

Claro, podemos insultar y decirles de todo a los comunistas de siempre y su séquito progresista que les hace el show solo para que no triunfe el mercado y las buenas costumbres. Pero no dejemos de entender que esto también es culpa de la derecha. En todo este tiempo nadie se ha preocupado por armar bases, por afinar ciertas alianzas o por procurar sacar leyes realmente importantes de cara a las siguientes elecciones. Se ponen las pilas cuando las papas vuelven a quemar.

Si el radicalismo rojo vuelve, es en parte por los desalmados zurdos, que solo han traído miseria al mundo. Pero también por los flojos y elitistas derechistas, que solo le han dado a los rojos una justificación para seguir con postulando.

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