OpiniónMiércoles, 10 de julio de 2024
La derecha del Hortelano, por Eduardo Vega Marisca

Nuevamente, tenemos al alcalde de Lima en la palestra de la opinión pública como consecuencia de exabruptos y actitudes autócratas, para exigir a los constructores de la Línea 2 del Metro de Lima, que le entreguen una garantía del cumplimiento del plazo de ejecución de la estación central del futuro servicio de transporte más importante de la capital.

Estamos de acuerdo con que el ejecutor de la Línea 2 del Metro de Lima(L2ML), NO puede tomarse la vida entera en construir su proyecto, ni mucho menos puede perjudicar de manera excesiva el tráfico y los comercios que “circundan” los puntos donde ejecutan las excavaciones/construcciones; sin embargo, eso no da derecho al Alcalde a pedir lo que le dé la gana como condición para la ejecución de obras en la ciudad.

En efecto, si bien la construcción de la L2ML es un proyecto de escala nunca antes vista en nuestra ciudad; esta condición no la convierte en un blanco de exigencias excepcionales o adicionales a las ya establecidas en la ley para efectos de su ejecución. Es decir, si la ciudad en algún momento hizo las excavaciones para la Estación Central del Bus Metropolitano, o el viaducto de Javier Prado, entre otros tantos; por muy grande que sea el problema, actualmente no puede oponerse a la construcción de otra solución para sus ciudadanos.

Las facultades discrecionales de sanción de las autoridades de distinto nivel, están debidamente reguladas de manera “razonable” y general a través de los instrumentos legales correspondientes, en el caso de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), existe un Texto Único de Procedimientos Administrativos -TUPA-, que regula los “requisitos y pasos a seguir” para que cualquier contratista obtenga la correspondiente Licencia de Construcción. Del mismo modo, también existe un Cuadro Único de Infracciones y Sanciones cuya aplicación se instrumentaliza cuando los ciudadanos y administrados no cumplen con el TUPA y/o comenten un acto sancionable.

Dicho esto, siendo que en el TUPA de la MML NO aparece la palabra Fianza (Se entiende que Ningún procedimiento/autorización requiere de este tipo de garantías), entonces el alcalde NO tiene derecho a exigir dicho instrumento como condición para el otorgamiento de la Licencia. Del mismo modo, si el contratista cumplió objetivamente con todos los requisitos previos, la autoridad municipal debe emitir la correspondiente Licencia de Construcción; independientemente de las opiniones del Alcalde o el Concejo Municipal de Turno.

Si el alcalde en su “idiosincrasia populista”, cree que puede exigir lo que le da la gana como condición para la ejecución de una obra; se equivoca rotundamente, puesto que expone y deteriora las funciones de fiscalización de la MML y sus agentes; a quienes L2ML acusará de intervenir en mérito de razonamientos políticos y NO objetivos, cada vez que procedan con la aplicación de las multas que corresponda.

Sr. López Aliaga, cuando usted era candidato, hizo creer a los electores que era demócrata, además de un empresario experto en la promoción de inversiones, concesiones, etc.; entonces, ¿Por qué actúa de la manera que lo viene haciendo? Usted sabe que los contratos de ejecución de obra y de concesiones, tienen previamente definidas las obligaciones cuyo incumplimiento son susceptibles de multa, de la misma manera que las restricciones provocadas por terceros que suelen favorecer al contratista. ¡Demuestre que sabe! ¡Que puede respetar los estamentos de los contratos y los límites de la función que desempeña! Flaco favor le hace a la derecha, que se le aprecie como un autócrata encaprichado, al que parece que cuando habla de defender intereses, solo lo hace respecto de los propios.

Usted, mejor que nadie, sabe que aun cuando la Municipalidad de Lima (Al igual que el MTC – OSITRAN) aplique una multa por retraso a un contratista, ese dinero jamás va a trasladarse a los ciudadanos que se afectan con el retraso de la obra. Entonces no reclame algo que, además de ser un absurdo, está fuera de cualquier término de Ley.

¿O es que está alineado con la L2ML para que, a cuenta de la municipalidad, le concedan las ampliaciones de plazo con la que evitará las multas por retraso en la ejecución del proyecto? Recuerde que la ciudad lleva años esperando la ejecución de esa obra (que además es necesaria) y es función de su gestión fiscalizar y sancionar a través de los instrumentos legales correspondientes cuando el contratista NO cumpla con las obligaciones definidas en la Ley, no las que le nazcan a usted cada vez que se levanta de su silla.

Todos entendemos la molestia que genera la construcción, y es evidente que habrá un impacto en el turismo al centro de la ciudad -al que se deberá proteger de alguna manera-, pero si el contratista NO inicia la obra, tampoco podrá acabarla y eso podría ser responsabilidad íntegramente suya, en beneficio de aquel con quien usted viene peleando. ¡No se deje llevar por la política del perro y el hortelano!

Nuevamente, le recuerdo, es usted el personaje más visible de lo que significa tener una gestión de derechas, y lo que más se va a apreciar, son los errores que cometa, ¡NO los haga tan evidentes!

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