Nuevamente, el periodismo se ve manchado por malos operadores de la carrera que olvidan lo que realmente es hacer periodismo de verdad.
Hace un tiempo hablábamos del financiamiento externo de ongs a medios de comunicación, propiamente dicho IDL, con la finalidad de hacer “reportajes de investigación” en contra de sus enemigos políticos.
Ahora, sale a la luz que más medios de comunicación se han vuelto los brazos mediáticos de las ongs para entrometerse en las políticas públicas y el sistema de administración de justicia.
Esto refuerza, en gran medida algo interesante, el trabajo de periodistas en supuestas investigaciones para desacreditar a sus enemigos y poner en agenda temas de intereses particulares de sus aportantes.
A esto se suman los oscuros pactos con fiscales del Equipo Especial Lava Jato, quienes han sido considerados operadores de la justicia, esto con el fin de la infiltración de las ongs en las instituciones autónomas del Perú.
¿Es acaso el periodismo, más que el mejor de los oficios, una herramienta que usan malos elementos para favorecer a sus inversionistas? Entonces, ¿si es cierto que esto es el más vil de los oficios?
Es lamentable que muchos malos elementos de esta carrera logren que, cada vez, los periodistas que, si hacemos el correcto ejercicio, nos encontremos con una cancha más difícil de cruzar porque, a final, justos pagan por pecadores.
Cada vez, se evidencia que quienes se disfrazan de ovejas, profanando la palabra democracia e igualdad; son en realidad los lobos feroces de un cuento que al final se hace real…
El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios.