PortadaLunes, 29 de julio de 2024
Se acabó la vía electoral

Las esperanzas del pueblo venezolano, que anhelaba un verdadero cambio tras años de dictadura chavista, han sido brutalmente aplastadas por el tirano que gobierna desde abril de 2013. Ayer se marcó un hito en la historia sudamericana, con uno de los fraudes electorales más descarados jamás vistos en el continente. Y así se demuestra, una vez más, que la tiranía no saldrá jamás por las “buenas”.

Solo una persona guiada por el cinismo podría aceptar una victoria de Nicolás Maduro. La oposición venezolana, liderada por Edmundo González y María Corina Machado, encabezó el voto en las urnas, tal como lo preveían los últimos pronósticos. Los resultados de las encuestas a boca de urna fueron contundentes: Maduro estaba fuera de la contienda electoral. Se pronosticaba una victoria de la oposición con entre el 60% y el 70% de los votos. El pueblo se había pronunciado. Miles de venezolanos regresaron a su patria para el sufragio nacional, después de que la dictadura chavista prohibiera el reconocimiento de los votos provenientes del extranjero.

La oposición se declaró vencedora de las elecciones, al igual que la tiranía de Maduro, pese a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dilataba su pronunciamiento. El plan del fraude estaba en ejecución. Se reportó que las copias de las actas en diversos centros de votación no fueron entregadas. El oficialismo no permitió que los testigos de la oposición accedieran al centro del CNE para fiscalizar y asegurar que los votos del pueblo venezolano no fueran ignorados. Previamente, se habían rechazado a todos los observadores internacionales de la Unión Europea para evitar que la integridad electoral prevaleciera. Los intentos de Maduro de manejar las elecciones a su antojo fracasaron, y tras ello recurrió al escándalo.

Reclaman fraude electoral en Venezuela tras “victoria” de Maduro.

La vía democrática fue arrollada en Venezuela. Los votos emitidos este domingo 28 de julio no tuvieron valor alguno. Maduro consolidó su fraude, autoproclamándose victorioso con un 51% de los votos, dejando a Edmundo González con el 44% y a otros nueve candidatos empatados, con 4.6% cada uno, lo que sumaría más del 100%, una cifra imposible. Maduro vulneró las elecciones, manipulando los resultados para consolidarse como dictador y no tuvo siquiera el reparo de ocultar su fraude.

El continente repudia el fraude en Venezuela. Los jefes de Estado rechazan la falsa narrativa inculcada por Maduro. La cancillería peruana condena el fraude y rechaza la victoria del oficialismo. El presidente de Argentina, Javier Milei, llama al dictador venezolano a abandonar el poder, mientras este lo tacha de fascista y celebra el fraude. Solo los gobiernos socialistas, como el de Díaz-Canel, Daniel Ortega, Luis Arce reconocen a Maduro, mientras Xi Jinping y Putin también lo aplauden. Los organismos internacionales de justicia se han quedado hasta ahora en silencio.

Gobierno peruano rechaza irregularidades en las elecciones venezolanas.

La democracia no ha triunfado en Venezuela, demostrando que la legitimidad de un vencedor no puede hacerle frente a la tiranía. Maduro tiene el poder, que se sustenta en el control de diversas instituciones encabezadas por las Fuerzas Armadas venezolanas, que hoy en día serían las únicas que podrían interceder para que se reconozca la victoria de la oposición, la victoria de González y la victoria del pueblo venezolano, al cual se le ha arrebatado lo ganado en las elecciones: su esperanza y su libertad.

En pleno siglo XXI, dictaduras como la de Maduro se consolidan. Si el respaldo militar no lo tiene el pueblo, sino los gobiernos usurpadores, ilegales e inconstitucionales, como en Venezuela, la tiranía nunca acabará. Fue así como tras la muerte de Chávez, su edecán Maduro logró perpetuarse en el poder, corrompiendo a los únicos que podrían tumbarlo y restablecer el orden y la justicia. Hoy, esas almas corrompidas son las que permiten que este fraude se perpetre, permitiendo que la dictadura chavista siga masacrando su país, dejándolo en la miseria y ahuyentando a su gente.

Maduro podrá seguir fingiendo todas las elecciones que quiera mientras tenga el control de ciertas instituciones clave. La oposición debe saber que la ruta electoral ha acabado y debe concentrarse en romper el control sobre los organismos que impiden que el pueblo se exprese.

Si quiere suscribirse a todo nuestro contenido Vía WhatsApp dele click a este link: https://bit.ly/49m0YNU

También puede ingresar a nuestra cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu