Hace poco vi dos películas acerca de dos compositores de talla mundial, cuya música ha impactado en distintos momentos de mi vida. Se trata de Mozart y Beethoven, grandes referentes de la música académica. Ambos nacieron en un contexto similar, Wolfgang Amadeus Mozart el año 1756 y Beethoven en 1770. El primero nace en Salzburgo, Austria y el segundo en Bonn, ciudad alemana en la actualidad. En aquella época era común que las élites del Sacro Imperio Romano Germánico pidan a compositores de alto nivel realizar piezas musicales para distintos eventos. En este sentido la labor del músico en esa época era clave y muy reconocida por las distintas monarquías europeas. Tanto en la película Amadeus como en La Amada Inmortal se retrata a dos de los más grandes compositores de música de todos los tiempos, que vivieron en contextos relativamente cercanos y cuya genialidad fue reconocida en aquel tiempo por las élites de entonces.
El contexto en el que se desarrolla la película Amadeus está ambientada en el siglo XVIII, una época de muchas intrigas y rivalidades internas en la corte Imperial. En este sentido la película además de mostrar con detalle la vida de Mozart, muestra las tensiones entre la élite pero sobre todo entre los músicos de la época. Concretamente entre Salieri y Mozart. Por otra parte, la película de La Amada Inmortal se lleva a cabo en un período de agitación política durante las Guerras Napoleónicas. La película en verdad muestra cómo estos hechos influyen en la vida del compositor y la sociedad vienesa de entonces.
Algunas diferencias importantes a mencionar entre las películas “Amadeus” y “La Amada Inmortal” son relacionadas al contenido vinculado al período de la vida de los autores. Por ejemplo, la película Amadeus está centrada esencialmente en el período temprano de vida de Wolfgang Amadeus Mozart, desde su infancia como un niño prodigio hasta su joven muerte a los 35 años. En la película se puede observar el proceso creativo y el contexto en el que se crearon obras como “Las bodas de fígaro”, “Don Giovanni” o “La flauta mágica”. La película de La Amada Inmortal se centra en los últimos años de vida de Ludwig van Beethoven, cuando el compositor ya luchaba contra su sordera y creaba algunas de sus últimas obras maestras. Por ejemplo, se puede ver con detalle la creación de la Novena Sinfonía.
Respecto del enfoque narrativo que ofrecen las películas hay una diferencia importante. La película Amadeus se centra en la rivalidad entre Mozart y el compositor Antonio Salieri. Este era un compositor contemporáneo de Mozart y buscaba destruirlo. Asimismo, la película la cuenta el mismo Salieri, quien hace una narración en el asilo de ancianos en el que vive. Por otra parte, la película La Amada Inmortal resalta la relación entre Beethoven y su asistente, Anton Schindler, y por supuesto su misteriosa relación con la “Amada Inmortal”. Resulta interesante el desarrollo de la película pues hay una influencia clave de estas relaciones en la vida y obra de Beethoven.
En la película Amadeus, Mozart es representado como un músico joven brillante y a la vez muy apasionado. Además, se le retrata como una figura muy caprichosa. Es curioso que, en fragmentos de la película, Mozart cuestiona a la élite de entonces para hacerles entender la genialidad de la música que producía. Por ejemplo, el hecho de incluir más personajes cotidianos en Las Bodas de Figaro pues las autoridades le cuestionaban mucho que no se centrara en figuras místicas y teológicas, propias del contexto de la época. Es así como Mozart empieza a marcar un cambio fundamental en su contexto. En este sentido resulta curioso observar cómo la película muestra la genialidad de Mozart, pero también su conducta “respondona” frente a las élites de entonces.
Es posible observar que, si bien ambos autores estaban situados en una etapa de la historia similar, el contexto es distinto en ambas películas. Esos contextos marcan una diferencia en las composiciones de los autores. Por ejemplo, la juventud, vitalidad y entusiasmo de Mozart se refleja en composiciones como "Las Bodas de Figaro” o “La Flauta Mágica”, mientras que en el caso de Beethoven con la película “La Amada Inmortal” existe más bien una canalización del sufrimiento y el dolor, reflejadas en obras como La Novena Sinfonía. Ambas películas son más que recomendadas.