OpiniónDomingo, 8 de diciembre de 2024
Presión a la americana, por José Luis Gil
José Luis Gil
Analista político y ex GEIN

Desde la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se ha observado una campaña agresiva para adelantar algunas de las políticas de su próxima administración, que comenzará el 20 de enero de 2025. Una de las principales medidas, especialmente relevante para América Central y del Sur, es la advertencia a México, y específicamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, sobre la necesidad de implementar una política severa contra el tráfico de fentanilo. Este opioide sintético, 50 veces más potente que la heroína, causa más de 70,000 muertes anuales en Estados Unidos, según informó el diario El País en 2024. Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a la economía mexicana si no se toman medidas efectivas, lo que afectaría gravemente la situación del país.

En respuesta, la presidenta Sheinbaum ha modificado rápidamente la estrategia en la lucha contra las drogas, acelerando esfuerzos que, al parecer, el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) había ralentizado durante su mandato. Este cambio se ha reflejado en una estrategia política y operativa de "Quick Wins" (triunfos rápidos), que ha sido reconocida por altos representantes de la Embajada de Estados Unidos, quienes han valorado el esfuerzo del nuevo gobierno en la lucha antidrogas, especialmente contra el tráfico de fentanilo.

En el ámbito político, la presidenta Sheinbaum ha instruido al Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para que se traslade a Sinaloa y dirija las coordinaciones necesarias para pacificar esta zona afectada por la violencia, así como para lograr éxitos en la lucha contra los cárteles de la droga, capturando a sus miembros e incautando sustancias ilícitas. Este paso demuestra el compromiso de la presidenta en la lucha contra las drogas y su urgencia por mostrar a Donald Trump su voluntad política para contrarrestar las amenazas.

En el ámbito operativo, se han desarrollado dos operaciones exitosas, entre ellas el operativo "Enjambre", que ha permitido la captura de funcionarios del Estado mexicano vinculados con organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico. Esto demuestra que existía información e inteligencia sobre esta red de apoyo cómplice con el narcotráfico. Además, se ha decomisado más de una tonelada de fentanilo en Sinaloa, un hecho histórico que AMLO no logró durante su administración. Las sospechas sobre las relaciones de AMLO con el crimen organizado cobran cada vez más fuerza.

Esta situación tiene aspectos positivos, como la decisión política de la presidenta Sheinbaum de enfrentar el problema directamente. Sin embargo, es evidente que la presión de Trump para no afectar la economía mexicana ni las relaciones con su socio natural está dando frutos con estas acciones. ¿Cuánto más presionará Donald Trump a México para abordar otros temas pendientes, como la migración y los acuerdos comerciales? Es prematuro saberlo ahora. Estaremos atentos.