OpiniónDomingo, 15 de diciembre de 2024
Los acontecimientos, por Víctor Andrés Belaunde Gutiérrez

Pasó ya algo más de un mes desde el esperado triunfo de Trump (esperado salvo para los que aún le creen lo la prensa tradicional publica o transmite) y el rumbo de los acontecimientos es decididamente interesante. Se evidencian, excepto para los aún engañados, varias cosas:

Lo que no te mata te hará más fuerte, dice un refrán popular y los enemigos de Trump hicieron todo lo posible para demostrarlo. Lo acusaron penalmente e intentaron quebrar sus negocios. Pensaron que así lo anulaban como candidato. Al interior del Partido Republicano lo consolidó. Sus rivales internos no podían valerse de estas acusaciones para atacarlo. Para los independientes, los juicios y acusaciones fueron un exceso. Se suponía que es en otros lados donde el gobierno acosa judicialmente a sus opositores, but not in America.

La prensa y los periodistas agotaron con sus constantes y ridículas invocaciones a la memoria de Hitler, comparándolo con Trump. No querían ver lo obvio: Trump ya fue presidente. No lanzó guerras y no ordenó asesinar a seis millones de judíos. Tampoco encarceló rivales o los quebró (ups, eso es lo que quisieron hacer con él). Por las razones que fuera, Putin no inició guerras de agresión cuando Trump habitaba la Casa Blanca, a diferencia de Bush (Georgia, 2008), Obama (Crimea, 2014) o Biden (Ucrania, 2022).

Biden marcó claros contrastes con Trump, en particular en materia migratoria, la cual se volvió laxa, quedando bajo la supervisión general de su Vicepresidente y frustrada sucesora, la señora Harris. Su política fiscal fue inflacionaria, golpeando a la clase media. Alentó los disparates de las políticas de género. Todo impopular.

En política exterior, quitó la presión sobre Irán y empujó a Israel para que sea acomodaticio con sus enemigos. El resultado fue el terrible error de cálculo de Hamas y los Ayatolás iraníes, con guiño del ojo del autócrata moscovita. No se concibe de otra forma la salvaje incursión del 7 de octubre de 2023. Frente a esta, internamente en el Partido Demócrata, se dejó intimidar por los apologistas de Hamas, totalmente alejados del mainstream gringo.

De otro lado, Trump supo sumar, que en política es complicado, pues mientras algunas adiciones restan, otras multiplican. Elon Musk y RFK Jr. ayudaron. Musk con vigor, audacia y optimismo, Kennedy con el ala izquierda populista de los demócratas. Su discurso sobre el deterioro de la salud pública y la captura del regulador por las grandes farmacéuticas resonó con muchos votantes.

En ese sentido, las chances electorales de los demócratas en general y de la señora Harris en particular nunca fueron buenas. Quisieron arreglar las cosas apartando a Biden pero ya era tarde, disminuyendo más su ya menguada credibilidad. Quizá Joe, a pesar de su deterioro mental, era más lúcido que los demás demócratas y era la mejor y más realista apuesta de su partido para estas elecciones.

Trump regresa a la Casa Blanca con una fuerza que no hubiera tenido el 2020. Comparable a la de FDR en 1933 o Reagan en los ochenta. Es evidente que una mayoría de la población respalda muchas de las políticas que propone, por ejemplo, su “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, que captura la imaginación popular.

Líderes de otros países lo tratan como si ya estuviese al mando y a Biden como un pato rengo sin importancia. Están todos mirando el reloj para poder tratar los problemas verdaderos con las personas que pesan, en el interín sólo se ocupan del día a día.

Finalmente, a Trump se le presenta una de esas oportunidades que sólo se dan muy de vez en cuando: Redibujar el tablero político y la composición de las coaliciones partidarias. Si los demócratas doblan la apuesta por el progresismo woke, le darán enorme ayuda y todo indica que su reacción al menos inicial será justamente esa.

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