Una de las estrategias más utilizadas por la izquierda en el mundo ante la caída de uno de sus “sistemas” o líderes o cabecillas ha sido siempre el “repliegue estratégico”, para luego recomponerse, renovarse y volver a empezar. Por ejemplo, el Muro de Berlín en Alemania, que cayó el 9 de noviembre de 1989 y el 25 de diciembre de 1991, se derrumbó la Unión de Repúblicas Socialistas (URSS) con la dimisión del presidente soviético Mikhail Gorbachov, dando paso a 15 países independientes. Estos duros golpes al socialismo al otro lado del mundo hicieron entrar en el “repliegue” del que hoy están saliendo, pero no como socialismo marxista leninista, sino, como el socialismo gramsiano o Socialismo del siglo XXI, en el caso de Alemania y como sistema único de gobierno en la Rusia de Putin (aunque desarrolle acciones capitalistas en lo económico y social)
En el Perú, por ejemplo, hubo dos gobiernos declaradamente socialistas. Uno fue el del General EP Juan Velasco Alvarado y el otro el de Pedro Castillo. Ambos cayeron abruptamente, lo que dio paso a etapas de transición democrática (como la actual). Sin embargo, eso no significa que hayan sido derrotados totalmente, sino que están despertando de ese “repliegue estratégico” con Antauro Humala especialmente, y con los seguidores del encarcelado Pedro Castillo.
Lo mismo pasó con la caída de Sendero Luminoso en 1992 y la destrucción del MRTA en esa misma década, en que Abimael Guzmán dijo que entraban en “repliegue estratégico” que ha durado más de 12 años (de 1992 al 2004 en que sendero empieza a recomponerse) y el criminal Víctor Polay Campos del MRTA dijo que se había “disuelto” (repliegue también). Pero hoy, vemos cómo estas dos organizaciones terroristas han regresado en modo “político” con sus excarcelados no rehabilitados, familiares y adeptos embaucados, quienes se reorganizan nuevamente para “tomar” el poder del Estado. Está claro qué pretensiones, tienen. No olvidemos que, a Sendero Luminoso, las fuerzas de seguridad le descubrieron un documento secreto llamado “Plan de construcción”, en el que demuestran la conformación de un “ejército guerrillero popular”.
Es por eso que debemos estar atentos porque todos ellos, la izquierda radical, los “antauros” “inspirados” en Juan Velazco Alvarado y los caviares con Gramsci, los “zombies” del socialismo en el Perú, están saliendo del “repliegue estratégico” y se alistan a “tomar el poder”, empezando por el congreso primero para imponer una “nueva constitución” y volver a crear condiciones para el socialismo que añoran. Ya lo hemos dicho, toda la izquierda en su conjunto puede pensar diferente en algunos aspectos, pero son funcionales entre sí, si de imponer el sistema socialismo se trata. Mucho cuidado
Mientras tanto, la “derechita cobarde” (como dijo Santiago Abascal, el Diputado de VOX en un discurso cuando perdieron las elecciones en España) en el Perú aún no se decide en tener un mosaico de coaliciones de derechas para hacerle frente a quienes se están desperezando de su “repliegue”. Si esa derecha pusilánime se sigue demorando y esperan hasta el 2026 para tomar decisiones mientras luchan contra sus fantasmas o se dejan dominar por sus egos, perderemos el país. Luego que no vengan a “culpar” a otros por su desastre.
Es tiempo de despertar, de salir del marasmo político y de las “formitas políticamente correctas” para entrar en una batalla cultural sin precedentes para salvar el país, si no es así, mejor que se larguen, que vayan a sus “cuarteles de invierno” para siempre, porque el país no merece timoratos y calculadores para enfrentar semejante desafío que es salvar a todos los peruanos de las garras del socialismo. Salgamos adelante, enfrentemos, confrontemos y triunfemos. Sí se puede.