PortadaDomingo, 19 de enero de 2025
María Maricón: ¿Libertad de expresión?

La controversia en torno a la obra teatral María Marícón ha encendido una tormenta de debates y emociones en las últimas semanas, dejando al país profundamente dividido. Para algunos, se trata de un ejercicio legítimo de libertad de expresión, mientras que para otros, es un ataque directo a las creencias religiosas y los valores tradicionales que sostienen nuestra sociedad.

El detonante principal de esta controversia radica en el uso de imágenes católicas —símbolos profundamente arraigados en la fe y la identidad cultural del país— para promover una obra que, según sus críticos, contradice "lo natural" del género y desafía de forma abierta las buenas costumbres. La indignación no se ha hecho esperar: mientras unos defienden la pieza como una expresión artística que busca cuestionar los prejuicios, otros denuncian un atropello a los valores fundamentales que sostienen el tejido social.

Desde El Reporte, hemos decidido explorar este debate con la profundidad que merece. Para ello, conversamos con la Magíster en Matrimonio y Familia, Giuliana Caccia, quien nos ayudará a desentrañar las complejas implicancias de este enfrentamiento.

Hablemos un poco de María Maricón, ¿Cómo analizas esta situación que hay?

Yo creo que da para un montón de ángulos, desde el punto de vista netamente cultural, religioso, político, de batalla cultural, o familia también. Yo creo que podemos abordar, yo sé que no va a ser suficiente el tiempo, pero digo, da para un análisis hasta sociológico de cómo funciona la religiosidad en el Perú, ¿no? En el caso concreto, creo que si hacemos un recuento muy resumido de lo sucedido, es que, creo que por primera vez en los últimos años, de manera espontánea, porque no ha sido de una manera organizada, los católicos peruanos se han puesto de pie y han rechazado un ataque frontal a su, a la religión, a su religión, y, por decirte, el bando contrario, por ponerlo en términos de batalla cultural, ha acusado, recibo, de una manera, este, firme, y no me refiero como, entre comillas, bando contrario a los chicos de la católica, me refiero a, estamos hablando del Ministerio de Cultura, municipalidades, estamos hablando de, este, autoridades eclesiales, autoridades universitarias, entonces, el debate es riquísimo. Creo que pone de manifiesto, como que un punto de quiebre, donde hay que comenzar a hablar de cómo conciliar posiciones, porque es un hábito más de polarización en el cual estamos viviendo.

La Católica siempre ha salido con eventos culturales que, en lugar de fomentarla, la deforma, ¿Cómo ves esta figura?

Es que no creo que ni siquiera sea cultura, porque la cultura construye. Puede ser expresiones culturales poco más duras, poco menos estéticas para algunos, ¿no? Pero cuando tú pasas la línea de la expresión a la de la difamación, por ejemplo, a la de la calumnia, o sea, yo por mi libertad de expresión, yo no puedo pisar la bandera del Perú, como no puedo poner un afiche con la Virgen María. ¿Por qué? Porque es un valor patriótico. Y creo que acá hay un punto, que también confunde, porque yo he recibido algunos comentarios de gente que no es progre, ojo, políticamente hablando, que no entiende bien lo que ha pasado, y que no se atreven a decir abiertamente, pero dudan de la validez de una censura. Entonces lo que yo les he respondido, y lo comparto, porque me parece interesante conversarlo largo, digamos, no guía, es que qué cosa es censura. O sea, por ejemplo, si yo ahorita hago una obra de teatro donde aplaudo y levanto la vida de Abimael Guzmán, y viene, me dicen, oye, tú no puedes hacer esto, porque estás haciendo una apología al terrorismo, me están censurando, o están evitando que yo cometa, o están diciendo, estás cometiendo un delito y no lo puedes hacer, porque en el Perú está penado la apología al terrorismo en cualquier expresión. ¿Llamarías a eso censura? No. Dirías, oye, estoy haciendo cumplir la ley.

Se han colgado de la libertad de expresión para justificar el desarrollo de su obra teatral, pero atentan contra una comunidad grande que es la comunidad católica y crisitiana

El ejemplo que voy a poner, de repente, es muy básico, pero creo que puede ayudar a por lo menos me ha funcionado. Y es el siguiente. Sergio tiene una mamá, ¿tú tienes una mamá? Digamos que se llama Juana. ¿Ok? Tú amas a Juana, para ti Juana es superimportante porque es tu madre, la amas, la adoras y tal. Yo a Juana, a tu mamá, no la conozco.Si Juana vive o no vive, en mi vida individual, y eso es parte del liberalismo extremo, ¿no? En mi vida personal, no es relevante, Juana. ¿Ok? Pero el hecho de que para mí no sea relevante, no quiere decir que Juana no sea relevante, como ser humano, como ciudadana, como tu mamá. Entonces, como para mí Juana no es relevante, yo no puedo hacer una obra de teatro donde diga, Juana, la delincuente.No puedo, porque la estoy difamando. Y tú me vas a decir, oye, ¿qué te pasa? ¿Por qué te metes con mi mamá? Eso no es libertad de expresión. Yo no tengo derecho a decir lo que me haga la gana, quién quiera y cómo quiera.Incluir a tu mamá. No, no puedo. Entonces, si tú tienes ese ejemplo un poco básico, ¿no? Lo extrapolas a lo que significa la Virgen María para los católicos, que es la madre de todos los católicos. El problema que yo creo, en parte de la confusión que hay, es que para muchas personas la Virgen María no le es relevante. Y como no le es relevante, le es un símbolo religioso. No, para los católicos que practican, que tienen una fe bien fuerte, que es la mayoría de los peruanos, la Virgen María no es un símbolo, es su mamá, es Juana. Más grande que Juana, porque es la mamá de Dios. Entonces tú dices:, oye, alguien ha venido y me ha dicho a mí que mi mamá, le he puesto el nombre de mi mamá, y le he puesto María Maricón. Y un chico se ha tomado la atribución de querer representarla como un homosexual, un trans, y burlarse de mi mamá, y le ha puesto María, ya.

¿Consideras que los progresistas no están queriendo meter a la fuerza el tema de normalizar la comunidad LGBT?

Ahorita tienes en el Legislativo un proyecto de ley, si no me equivoco de Susel Paredes, de discurso de odio. ¿Y eso no es censura? O sea, la libertad de expresión perfecta. Tú agredes a mi mamá, a mi religión, a mis creencias, a mis hijos, a mi derecho de ser padre, a mi familia, ¿no? Tú agredes.Pero si yo te digo, oye, yo no estoy de acuerdo con eso por tus creencias, lo mío es discurso de odio. Lo mío es censura. Lo mío es homofobia.Lo mío es talibana. Oye, tú pones María Maricón, y tú dices: ¡ay, es un título provocador! Provoca, pues, y cuando te respondan, no te quejes.Porque si tú lanzas la piedra y te responden ocho millones de piedras, porque se las estás lanzando a la mamá de ocho o más millones de hermanos, no chilles. Porque de eso se trata. Tú quieres hacer política, quieres hacer batalla, quieres cambiar ideas. Bueno, es de ambos lados. No puede ser que para ti tu punto de vista sea libertad de expresión y la mía sea discurso de odio. Y no te parezca mal que haya una ley donde a mí me metan a la cárcel, porque yo te digo que no pienso igual que tú.Entonces, es una hipocresía, es una incoherencia, porque todo lo que tiene que ver con el progresismo ya está claro que tiene estas características: hipocresía, incoherencia, no tiene ningún sostén en la realidad, en el objetivo.

Ellos se jactan de que su obra no se trata sobre la virgen María, sino de la desigualdad del género en la iglesia, pero al usar una portada como eso es un marketing que agrede a una importante comunidad.

Es entonces una publicidad engañosa, empezando que debería entrar Indecopi y decir que es publicidad engañosa. Si pones un afiche de lo cual no vas a tratar, ¿qué estás haciendo?

Claro, es un marketing que genera uno atractivo, por un lado, porque es una cosa que tú lo ves y llama la atención, pero por otro lado también genera esta indignación que muchos, que hemos crecido en una familia católica, genera una incomodidad y una desazón total con respecto a esto que está ocurriendo.

No es normal. Mira, acuérdate lo que ha pasado en Francia con lo de las Olimpiadas, o sea, el ataque a la religión es de siempre. El problema es hasta qué punto tú lo vas a dejar.Tenemos santos que los han quemado por defender a la religión, o sea, mártires. Entonces eso no es algo nuevo y el chico Cárdenas no es pues un innovador, no inventó la pólvora.Lo ha hecho de una manera pésima y en un pésimo lugar. Por eso te digo, si tú quieres ser rebelde, hazlo bien, pues, como lo han hecho los que han hecho reales cambios con sus revoluciones, pero no lo hagas de una manera tan torpe y tan poco sólida. Entonces no es que él tampoco, ah, qué bestia, va a pasar a la historia como el gran rebelde. No lo creo, porque, como te digo, no es un pionero. Y acá, como te decía al inicio de esta entrevista, hay muchísimos ángulos que nos deberíamos exigir sentarnos a conversar y analizar en distintos lugares, en distintas plataformas y ámbitos culturales. Yo entiendo que las facultades de Letras, de Arte, siempre son, como están metidos más en lo político, siempre hay más conflicto. Pero ya, tenemos una universidad pontificia que tiene autoridades eclesiales. ¿Están pelando o no están pelando por el perfil de los estudiantes? Sabemos, nosotros todos nos hemos dado por sentado y nos reímos.

Esta universidad tiene el nombre Pontificia Universidad Católica del Perú, que representaría a una gran mayoría de peruanos que somos católicos, que somos creyentes en la religión, ¿por qué en sus filas tiene a gente, estudiantes, que van contrario a lo que normalmente debería ser esta universidad?

Una universidad que debe velar por sacar a un profesional católico. Pero no católico, porque va a ir a rezar el rosario únicamente.Católico en su aproximación a la realidad, a lo que va a trabajar en la sociedad, a lo que va a trabajar por el país. Yo creo que lo de la universidad católica es bien complejo, porque también, o sea, ya da para hablar horas, pero creo que es un territorio conquistado, por ponerlo en términos de batalla cultural, por el enemigo.O sea, tú entras a conquistar ahí y mira lo que han logrado. Sacar gente que milita, por decir, de alguna manera, la ideología progresista en distintos ámbitos de la sociedad, público, privado, etcétera. Y lo segundo es que, claro, si yo soy rector de la católica y simplemente soy ateo, tengo que devolver y decir que la universidad no es católica, tengo que devolver la universidad.Porque la decisión de Ribagüero fue para que sea una universidad católica. Entonces tú dices, a mí ya por mis principios me quedo sin campo, no gano nada. Pero el problema, creo que esta es mi opinión muy personal, creo que el problema no está ni en los alumnos, ni en el rector.Están las autoridades eclesiales, que no sé cuáles son las pertinentes, que deberían velar porque se cumple el hecho de que sea pontificia. Y no simplemente, qué importa, que hagan lo que les dé la gana. No, ¿qué es eso? Si tú eres un sacerdote u obispo, no sé quiénes están a cargo en la asamblea. Tienes que velar porque eso pasa y lucharla, porque si no, ¿de qué estás hablando?

¿Consideras que con esto estamos perdiendo la batalla cultural?

Mira, yo creo que la batalla cultural se ha dado siempre. Hoy nos toca con unos elementos concretos, con una realidad política, cultural, concreta.Hace 200 años era otra la batalla y nunca va a terminar la batalla cultural, es parte del ser humano. Y mi posición, por lo poco que he podido estudiar, es que todas las ideologías caen, tarde o temprano. Y luego viene una nueva.Entonces, si tu pregunta es, en la actualidad, la batalla que estamos dando contra el progresismo, el género, el wokismo, ¡vamos a ganarla! ¿Cuándo? No sé, por qué toda ideología cae, porque si no, ya estaríamos extinguidos como especie. Entonces, hay que darla, porque el problema no es si la vamos a ganar o no la vamos a ganar, el problema es cuántos muertos. Por ponernos bien un término, vamos a dejar en la batalla. Si hablamos del aborto, al no dar esa batalla, que al final nos vamos a dar cuenta como humanidad, que ha sido una salvajada lo que se ha hecho, ¿cuántos niños al año mueren por la ilegalización y decir que el aborto es un derecho? Ese es el problema. El problema es de todos los niños y todas las víctimas que dejamos en el camino. Los chicos trans que ahora se arrepienten, que han sido operados, mutilados, vidas, ya ni siquiera irnos al punto de los trans o de los abortos, no, vidas tuyas o mías, que por vivir con una ideología progresista no logran su plenitud.

¿Qué toca ahora? Porque ya ocurrió este tema de su obra teatral, ya la PUC ha salido a decir que van a priorizar, que no vuelva a ocurrir ese tipo de casos, pero no es la primera vez que ocurre.

O sea, yo creo que es una buena oportunidad para tomar nota de una buena práctica y comenzar a observar más de cerca, levantar la voz y hacer escuchar tu voz y no dejar que te aplasten tus derechos, porque acá se trata de derechos. O sea, tu derecho termina donde empieza el mío, una norma básica.Y saber que nosotros, los peruanos, podemos hacer un frente común y hacer, como te digo, escuchar nuestra voz y generar la presión adecuada. Ahí hay un punto antes de terminar que me parece interesante también, es que nosotros estamos muy acostumbrados a salir a la calle. Y decir, ok, la legítima protesta, oye, déjenlos protestar, porque están en su derecho de protestar en la calle.Nosotros alucinamos siempre la marcha. Lo que ha sucedido hoy es una marcha, pero usando herramientas digitales, que son las nuevas herramientas que se deben usar positivamente para activar o poder hacer un ejercicio correcto de nuestra participación política. Entonces, es como si todos los peruanos católicos hubiésemos salido en una marcha. Claro, convocar a la marcha, nos juntamos en tal punto. Sí, fueron un grupo a rezar a la puerta del Centro Cultural, pero en realidad la verdadera marcha se dio en redes sociales. Nosotros, en Padres Peruanos, activamos una alerta que tuvo más de diez mil firmas, que le llegaron al gran canciller de la Católica.Entonces, si haces una participación ciudadana y utilizas herramientas. Entonces, también ahí hay una confusión, porque es como si hubiésemos salido en la calle y hubiésemos logrado un cambio. Legítima protesta. Y así hay que verlo también, ¿no?

Este tema ha generado revuelo, todos están hablando sobre María Maricón

Todo el mundo está hablando de María Maricón. En el extranjero están hablando.Me acaban de entrevistar de Colombia, y he visto que también en Estados Unidos. O sea, hemos sido como ejemplo. Eso es interesante.Por eso digo, hay que anotar el best practice, la buena práctica. Porque creo que se la van a pensar dos veces antes de volver a meter la pata así, sobre todo en la Universidad Católica o el Ministerio de Cultura. Porque van a hacer progres y todo, pero tampoco quieren tener una mala reputación.Y claro, hoy la Universidad Católica no la ven bien, ni los de la izquierda, por poner términos básicos, ni los de la derecha, porque sus chicos se lo están quejando, y nosotros también lo vemos mal.

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