El progresismo en el mundo ha empezado a crujir dejando expuestas sus verdaderas falencias, limitaciones, y porqué no, sus miserias. Y no solo en estos tiempos gracias a la mano dura del presidente norteamericano Donald Trump de abrir la caja de pandora que es hoy USAID, sino porque otros presidentes como Nayib Bukele de El Salvador, Javier Milei de Argentina, Giorgia Meloni de Italia, y libertarios como Santiago Abascal de Vox de España, María Fernanda Cabal de Colombia y Rafael López Aliaga del Perú, que empezaron tiempo atrás una lucha sin cuartel contra la última mutación del social-comunismo mundial, el progresismo, el mismo que se ha convertido en una compleja maraña de perversas “micro organizaciones” que se reproducen como “gremlins”, gracias al financiamiento infame de organismos independientes de EEUU (tomados por los progres) y de empresarios inescrupulosos como Gerorge Soros, entre otros, que tienen una agenda aberrante para la humanidad.
Casi todos los días desde el inicio de la administración Trump, podemos ver como sus voceros y funcionarios del Estado, desde Elon Musk, el Secretario de Estado Marco Rubio y otros, revelan asqueados la manera como se ha utilizado miles de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses en crear, adoctrinar, implementar e inducir a países enteros hacia el progresismo en todas sus presentaciones, como son los “caviares” en Perú, la “cultura Woke” en EEUU, la ideología de género en la mayoría de países como Argentina y otros, además de promover con el cuento de los “derechos humanos” migraciones incontrolables en todo el mundo con la única finalidad de generar caos en los países y así destruir a su principal enemigo: El capitalismo. Esa es la verdad
Las “sorpresa” que todos nos hemos llevado es la manera que USAID fue utilizada por la progresía de EEUU para financiar a nivel mundial esta corriente ideológica y política, y así cumplir con su llamada “agenda 2030, 2045 y 2050” de reducir la población mundial y llevarnos hacia un nuevo modelo de convivencia global con un gobierno “mundial” (valga la redundancia), sin que nada de esto haya sido consultado democráticamente a ningún país. El uso de mentiras en las llamadas “narrativas”, de la supuesta “supremacía intelectual y moral” que solo han envilecido a los países, ha sido su principal estrategia para expandirse, destruir a sus adversarios ahora convertidos en enemigos posicionándose en gobiernos, partidos políticos, organismos internacionales, organizaciones sociales, fuerzas del orden y medios de comunicación. Ese el es panorama hoy.
Pero en esta nueva etapa de descubrimientos de la “estrategia” perversa del progresismo mundial, solo nos queda a los ciudadanos, en especial en el Perú, contribuir para poner en evidencia la manera cómo han lucrado con millones de dólares por años en nombre de los “derechos humanos”, de los “mas necesitados”, los “derechos de la mujer” y de las “minorías vulnerables”, parasitando en nuestra sociedad sin aportar nada bueno para nuestros ciudadanos. Es hora que se caiga el telón raído de los progres, caviares o Wokes en todo el mundo, y ya está pasando en el Perú. Sí se puede.