Una nueva tragedia sacude el territorio de Lubero, en la República Democrática del Congo. Entre el 12 y el 15 de febrero, más de 70 personas fueron brutalmente asesinadas y sus cuerpos hallados en el interior de una iglesia protestante en Maiba, una aldea cercana a Lubero, en la conflictiva región de Kivu del Norte. Este desgarrador suceso ha sido confirmado por fuentes locales a la fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Según los informes, los responsables de esta masacre pertenecen al grupo islamista armado conocido como Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés), que opera en Uganda y la República Democrática del Congo. Los testigos relatan que los rebeldes tomaron como rehenes a cerca de un centenar de personas y las obligaron a marchar con ellos. Las víctimas que no pudieron soportar la caminata forzada fueron ejecutadas de manera cruel. Entre los fallecidos había mujeres, niños y ancianos, muchos de ellos atados y algunos decapitados.
La región de Kivu del Norte enfrenta una grave crisis humanitaria y de seguridad. Además de los ataques del grupo ADF, los enfrentamientos entre el grupo rebelde M23, apoyado por Ruanda, y las fuerzas armadas congoleñas han desplazado a cientos de miles de personas. Ciudades clave como Goma y Bukavu han caído en manos de los rebeldes, y la población teme que Butembo, la segunda ciudad más importante de Kivu del Norte, sea el próximo objetivo.
“Estamos viviendo tiempos muy difíciles. La guerra está literalmente a las puertas de nuestra ciudad, y la psicosis se ha apoderado de la población”, declaró una fuente local consultada por ACN, quien también destacó el papel de la oración como un pilar fundamental para mantener la esperanza en medio de la incertidumbre.
En medio de esta devastadora situación, la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada sigue comprometida con su misión de dar voz a los más vulnerables y llevar ayuda a quienes sufren las consecuencias de la violencia y la guerra. A través de su red de contactos, ACN no solo denuncia los horrores que enfrentan estas comunidades, sino que también apoya con recursos y asistencia a las víctimas.
La masacre en Lubero nos interpela profundamente. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de tantas personas inocentes. Es momento de tomar acción. Desde cualquier rincón del mundo, todos podemos contribuir a aliviar el dolor de estas comunidades. Ya sea a través de donaciones, difusión de esta realidad o mediante la oración, cada gesto cuenta.
La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada nos invita a sumarnos a su esfuerzo. Juntos, podemos marcar la diferencia y ser un faro de esperanza en medio de la oscuridad que atraviesan tantas familias en el Congo.