PortadaDomingo, 4 de mayo de 2025
El verso de Vizcarra

Sucede que el expresidente —y golpista— ha sido una de las figuras políticas más controversiales de la última década, sin lugar a dudas. Llegó al poder en 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, con una imagen de líder anticorrupción y un discurso reformista. Sin embargo, su gestión ha quedado empañada por una serie de denuncias y acusaciones que han puesto en duda su integridad y su verdadero compromiso con la lucha contra la corrupción. De hecho, resulta risible que un personaje como Martín Vizcarra enarbole la bandera de la transparencia cuando justamente él ha sido uno de los más oscuros y misteriosos de los últimos años.

La acusación más grave contra Vizcarra está relacionada con presuntos sobornos que habría recibido cuando fue gobernador de Moquegua, entre 2011 y 2014. Según el testimonio de aspirantes a colaboradores eficaces, habría aceptado pagos ilícitos por más de un millón de soles por parte de empresas contratistas, a cambio de favorecerlas en la adjudicación de obras públicas, como el proyecto Lomas de Ilo y el Hospital de Moquegua.

A estas acusaciones se sumaron escándalos posteriores durante su presidencia, como el llamado “Vacunagate”, que estalló en 2021. En este caso, Vizcarra fue vacunado de manera irregular contra la COVID-19, utilizando dosis del laboratorio Sinopharm que estaban destinadas a un ensayo clínico. La situación generó indignación nacional y contribuyó a su inhabilitación política por diez años por parte del Congreso de la República.

Vizcarra ha negado sistemáticamente todas las acusaciones en su contra, asegurando que se trata de una campaña de desprestigio orquestada por sus opositores políticos. Pero, ¿realmente es una campaña en su contra, o simplemente una artimaña más para dispersar las investigaciones y moldear la opinión pública?

Las investigaciones fiscales continúan avanzando y han sido reforzadas con documentos, audios y pericias contables que comprometen cada vez más al exmandatario. La Fiscalía sostiene que existen indicios razonables para formalizar una acusación, aunque el proceso aún se encuentra en fase preparatoria.

El caso de Martín Vizcarra refleja las contradicciones de la política peruana: un presidente que inició con un fuerte discurso contra la corrupción terminó enfrentando serias imputaciones por prácticas que él mismo condenó. El peso de las denuncias ha dejado una marca profunda en su imagen pública. Pero, ¿realmente hemos podido sepultar la imagen política de Vizcarra?