Una raya más al tigre… Por años nos han vendido la idea de que la Semana de Representación congresal es para que los “padres de la patria”, como se hacen llamar, aprovechen en volver a sus ciudades de origen para escuchar a sus votantes.
Hoy, en la peor muestra de conchudez, la Comisión de Constitución aprobó que ese tiempo de trabajo fuera del Parlamento sea aprovechado para hacer proselitismo con nuestro dinero. ¿Y quién lo promueve? Los mercantilistas de Fuerza Popular.
Después de las críticas, Fernando Rospigliosi ahora propone eliminar la Semana de Representación por completo. Cuando la salida debería pasar por reforzar el control de las actividades que hacen en esos días y cómo gastan el dinero.
Por su parte, Eduardo Salhuana, lanza otra propuesta que parece un chiste mal contado: que al menos el 50% de congresistas asistan de forma presencial a las sesiones de las diversas comisiones. Como si nos hicieran un favor.
Lo mínimo que se espera de un parlamentario es que esté presente, trabaje, rinda cuentas y no use su cargo ¡y nuestros impuestos! para lanzarse otra vez como candidato.
Por ello, para este punto, la virtualidad ya no tiene sentido. El Congreso debe pensar en cómo solucionar los reales problemas de todos los peruanos, no esconderse detrás de una pantalla mientras se llenan los bolsillos.
Basta de usar al Poder Legislativo como trampolín electoral. No queremos más campañas disfrazadas de representaciones, mucho menos las queremos financiar.
Es hora de jubilar al viejo ciclo de la política peruana. No más de lo mismo, porque quien ha sido parte del problema nunca será parte de la solución. Merecemos autoridades que realmente nos representen.