OpiniónDomingo, 8 de junio de 2025
La Marina de guerra del Perú presente el 7 de junio, Juan Carlos Llosa Pazos

Don Julio J. Elías Murguía (1901-1972), capitán de navío de la Armada, historiador naval y curador del patrimonio histórico de la MarinadeGuerra del Perú, militante urrista y fundador y primerdirector del Museo Naval de Perú, escribió ellibro “Marinos peruanos en Arica” en el cual destacó el importante papel del personal naval que tomó parte de la defensa deArica el 7 de junio de 1880, a órdenes del Jefe de la Plaza, el glorioso Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, Patrono de nuestro Ejército,quien desde abril de ese año había sido nombrado en ese cargo por el Comandanteen Jefe del Primer Ejercito del Sur, Contralmirante Lizardo Montero Flores.

Capitán de Navío Julio J Elías y su obra Marinos peruanos de Arica

En la citada obra, prologada por uno de los historiadores más reconocidosde su generación, don Félix Denegrí Luna, y publicada años más tarde de su fallecimiento por el Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú (IEHMP, 1980) en el centenario de la Batalla de Arica, el Comandante Elías hace hincapié en la participaciónen aquellagesta a órdenesdel ínclito gurrero Francisco Bolognesi, del Capitán de Navío Juan Guillermo More Ruiz -de raíces inglesas y ayacuchanas- desu ayudate, el Teniente Primero Miguel Espinosa Lavalle, del Teniente Segundo Nemesio Bonhomme Arriaga – vuelto a bordopor la guerra como no pocos de su generación- y de tripulantes de las fragata Independencia y de otras unidades navales, todos ellos caídos heroicamente en la defensa de la plaza, y de los demás combatientes navales que fueron tomados prisiones al final de la batalla, ya sin municiones, con el Capitán de Fragata Manuel Espinoza a la cabeza. Espinoza escribiría,siendo prisionero de guerra,un parte que ha causado polémica desde entonces.

También resalta Elías las eficaces acciones del monitor Manco Cápac, comando por el entonces Capitán de Fragata José Sánchez Lagomarsino. Semanas antes, un 27 de febrero, este buque, de granactuación en las operacionesnavales de defensa decostadurante la guerra del Guano y del Salitre, había desafiado en solitario a la Escuadra enemiga que bloqueaba el puerto, entablandocombate con la cañonera Magallanes y con el monitor Huáscarcon pabellón enemigo, matandoal comandate de este último e hiriendo a varios tripulantes. Acción similar realizaronel 6 de junio las batería navalesdel Morro conducidaspor el Comandante More y que impactaron certeros tiros en el blindaje del Cochrane, acabando o dejandofuera de combatea varios de sus tripulantes, mientrasotros tiros bien horquillados afectaron la estabilidad de la goleta Covadonga, que hubo que enfilarde emergencia haciasu fondeadero.

Asimismo, destaca el reconocido historiador naval las acciones de latorpedera Alianza, comandada por el Teniente Segundo Manuel Fernández Dávila, cuya dotación era de ochotripulantesentre oficialesy personal técnico. A ello se suma la Capitaníade Puerto de Arica, a cargo del Capitán de Fragata Eduardo Raygada con sus pocosefectivos, y el Capitán de Corbeta Germán Paz, jefe del parque de la plaza, es decir quien tenía a su cargo el control de las existencias y almacenajes de fusiles, municiones y demás armamento disponible.

El Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, el primer soldado de la Patria

Ante la intimidación de rendición de la plaza hecha el 5 de junio por el Sargento Mayor Juan de la Cruz Salvo, Bolognesi rechaza con valentía sublimela capitulaciónofrecida porel GeneralManuel Baquedano, lo que significaba para el enemigo, más que un gesto humanitario, evitar el trance altamente riesgoso de tener que, en su ofensiva ineludible, sortear el peligro de las minas del puerto. ¡A que exponerse! Debió haber exclamadoalguien en el estado mayor sitiador más aun con la abrumadora ventaja que les asistía.Elprincipio de la guerra de economía de fuerzas, debió ser determinateparaenviar a Salvo al vivac peruano.

No obstante al hacer saber al parlamentario su voluntad individual,el viejo guerrerodispuso que sepresasen ante él los jefes más caracterizados de la guarnición, para que den su opinión sobre la propuesta enemiga delantedel propio MayorSalvo. Testimonios de la célebre cita enel Cuartel General deArica ubicado en la calle Ayacucho muy cerca a las faldas del Morro,tanto del historiador Vicuña Mackena –que tanto odio destiló contra nuestro país- que recoge el de Salvo, así como el del argentino/peruano Roque Sáenz Peña, coinciden en señalarque al requerir el jefe del Plaza las opinionesde sus jefes, fue el Capitán de Navío More el primero en levantarsede su asiento para pedir a sus colegas quese resolviese por aclamación la defensa de Arica. Y así fue. Unánime.

Capitán de Navío Juan Guillermo More Ruiz

Fue el Capitán de Navío Juan Guillermo More en los hechos,segundo en comando del Comandante dela Guarnición de Arica. Sobre sus valiosos aportes en la organización de la defensa, existeelopúsculo del médico de nacionalidad ecuatoriana, José Pérez, jefe de una de las ambulancias peruanas de la plaza,titulado “Arica sus fortificaciones, asalto, defensa y ruina, por un testigo y actor” escritoen Arica el 13 de junioy publicado en Lima ese mismo año, que al respectoseñala:

Afortunadamente el nunca bien lamentado More, prestó todo su apoyo a la preparación del flanco derecho (la retaguardia del Morro) convencido como estaba que era por allí por dondehabía de embestir el enemigo. Es así que hemos visto a este valiente marino acompañar personalmente al ingeniero para escoger la posiciónde los parapetos, presidir la colación de minas, designar los lugares a que se habría de trasladar algunos cañones etc. etc. -Al Comandante More se debe, puede decirse, exclusivamente, que el enemigo en su ataque, haya encontrado por esa parte alguna resistencia en materia de fortificación llamada formidable por la versión chilena”

Junto a Francisco Bolognesi, el Titán del Morro,llamado asípor Eudoxio H. Ortega (1963) en su obra biográficadel héroe titulada con esemismo nombre,se hallabanen Arica experimentados jefesdel Ejército de línea que habían iniciado, como él, sus carreras en la GuardiaNacional, como el Coronel José Joaquín Inclán. En esta pléyade de valientes a todo trance, se cuentan profesionales de la guerra iniciados desde cadetes, Justo Arias Aragüés, Marcelino Varela, Mariano Bustamante, Ricardo O Donovan, José Benigno Cornejo y muchos otros, cuya sangre se confundió con las arenas del Morroesa mañana homérica. Por la Marina, y formados en las cubiertas de buques de guerra, se lanzan al abordaje Juan Guillermo More, Manuel Espinoza, José Sánchez Lagomarcino, Eduardo Raygada, GermanPaz, Miguel Espinosa, Nemesio Bohonmme y otros.

Los Comandantes de Arica

Soldados y marinos combatieron hermanadoscon los guardiasnacionales donde destacabanempresarios y profesionales comoAlfonso Ugarte, Ramón Zavala, Francisco Cornejo, Armando Blondel, Fermín Nacarino, y el argentino Roque Saez peña y muchos otros.

Casi todos ellos y cientos de sus subordinados rindieron la vida antes el medio día de la fecha magnánima.

Ese 7 de junio, día de la Bandera, al grito de venganza a Grau, los marinos de Arica saltaron de sus parapetos, cual alcázar de a bordo, esgrimiendo sus armas contra el enemigo, junto con sus hermanos del Ejercito de línea y de la Guardia Nacional.Ese fulgurante amanecerlos halló atodos,mil seiscientos peruanos, resueltos a morir por su bandera hasta el último cartucho.

Miembro de número del IEHMP

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