En Perú desde hace un tiempo se viene evaluando la posibilidad de reducir al Estado, específicamente eliminando o mezclando algunos de los 19 ministerios, tal como lo ha propuesto en Argentina el libertario con aspiraciones presidenciales Javier Milei. Entre las justificaciones está que esta iniciativa representará el debilitamiento de la burocracia y, en líneas generales, de la corrupción. La pregunta que cae de madura es cuál es la ruta que proponen los impulsores de estos proyectos para poder concretarlos, tomando en cuenta que hay un sector que está más inclinado a la amplificación del aparato estatal antes que a su optimización. Líneas abajo más sobre esta disyuntiva que podría ingresar al rosario de promesas de nuestros futuros interesados en el Sillón de Pizarro para el ruedo electoral del 2026.
Propuesta
Uno de los que viene apostando por esta medida en nuestro país es el ex gobernador regional de Ica, Fernando Cillóniz.
En una comunicación con El Reporte apuntó lo siguiente: “El Estado peruano ha devenido en un organismo inútil, elefantiásico, redundante, maltratador y corrupto”. Indicó que “en vez de servir bien a la ciudadanía, cada vez se sirve más de ella. Nuestro Estado está diseñado para beneficiar a una burocracia indolente, incapaz, cruel y coimera, que crece año a año, sin freno alguno”.
El plan de Cillóniz.
Fue por esta razón que considera hacer una reforma en lo que respecta a los ministerios. “Es un error creer que, para cada función estatal, hay que crear un ministerio. No. Un ministerio debe, y puede, realizar más de una función”, menciona.
Su propuesta es quedarse con los portafolios de Economía, Vivienda, Relaciones Exteriores y Transportes. Los que mezclaría son Agricultura, Energía y Minas, Produce, y Comercio Exterior para crear una denominada “Producción y Servicios Empresariales”. Por otra parte, juntaría Salud y Ambiente para constituir un sector llamado “Salud y Medio Ambiente”. Lo mismo haría con los portafolios de Educación y Cultura y en simultáneo con los de Interior y Defensa. Los otro cuatro que serían fusionados son los portafolios de Trabajo, Mujer, Inclusión Social y Justicia.
En síntesis, su objetivo es que nos quedemos con 10 ministerios. “Todo lo que signifique reducir ministerios y reducir la burocracia improductiva y maltratadora, es una buena propuesta”, señaló. Aseguró que esto “propiciaría un ahorro muy significativo en el presupuesto público”.
El futuro candidato presidencial indicó que como “el presupuesto público está equilibrado” porque no hay “déficit fiscal”, los ahorros mencionados los destinaría de esta forma: (1) aumentar las remuneraciones de maestros, médicos y enfermeras, policías y militares, y jueces y fiscales; (2) aumentar el presupuesto en infraestructura de desarrollo social (escuelas, hospitales, carreteras, etc.); (3) aumentar las pensiones de los jubilados de la Oficina de Normalización Previsional (ONP); y (4) eliminar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los combustibles y reducir el Impuesto General a las Ventas (IGV).
“Por otro lado, implementaría la propuesta de Lampadia respecto de destinar 5 puntos porcentuales del IGV, a cuentas individuales de capitalización, administradas por Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), para universalizar las pensiones de jubilación a todos los peruanos, y de paso, fomentar la formalización empresarial en el país”, complementó.
Quien también propone esta reducción es el congresista Roberto Chiabra. “El Perú no puede tener 18 ministerios, es lo que genera alta burocracia, baja eficiencia y gran corrupción”, dijo para un medio local. Apuntó que deben quedarse "Relaciones Exteriores, Defensa, Economía, Interior, Justicia, Trabajo, Educación, Salud, Energía y Minas y Ambiente". “Con 14 ministerios es suficiente. No hay que desaparecer ni uno, porque los juntamos todos", señaló.
Chiabra también tiene una iniciativa.
Visión
El analista político Percy Urteaga nos comentó que "la eliminación de ministerios sería una manera de contrarrestar la corrupción que tanto daño está haciendo a la institucionalidad política". "Al reducir la burocracia, reduces las posibilidades de que los malos funcionarios cometan delitos contra la administración pública", agregó.
"Considero que primero debería de presentarse un plan bien fundamentado y también priorizar qué ministerios podrían eliminarse y cuáles fusionarse. Por ejemplo, el Ministerio de la Cultura tal vez pueda fusionarse con el de Educación. El Ministerio de Vivienda podría fusionarse con el de Transportes y Comunicaciones", comentó.
Asimismo, indicó que debe haber un "un sustento técnico bien elaborado" y que se deben contemplar "aspectos estructurales económicos y sociales". "Estamos hablando de una reforma del Estado, lo que significa que no puede tomarse a la ligera, sino que debería de estudiarse y ejecutarse con la mayor rigurosidad y seriedad posible", enfatizó.
Va a ser importante, señaló, que se haga "un estudio técnico de las consecuencias que conllevaría esa eliminación/fusión ministerial". "Y al materializar la idea, hacerlo de manera gradual. Hay que tener en cuenta que estarían en juego puestos de trabajo de servidores públicos. Entonces se tendría que pensar en cómo reubicar o gestionar los empleos que existen en el ministerio eliminado", finalizó.
Los planteamientos para reducir el número de ministerios buscan contrarrestar la corrupción y mejorar la administración pública. Sin embargo, la implementación no debe ser apresurada ni superficial, sino respaldada por un análisis técnico riguroso que considere las implicaciones económicas y sociales.