El Vía Crucis del pueblo cubano empeora por la progresiva decadencia económica y social.
La escasez de servicios e insumos básicos detonó en una serie de protestas que han sacudido a la isla, que recuerdan a las del año 2021. En esta ocasión, en varias ciudades, la gente ha salido a manifestarse en contra de un régimen que les oprime cada vez más y hace imposible una vida decente.
Cansancia, agobio y protesta
Neife Rigau, periodista cubana, contó a El Reporte que las protestas empezaron en la ciudad de Santiago de Cuba, en el sureste del país, el domingo 17 de marzo, entre las dos y tres de la tarde. Posteriormente se replicaron en otras zonas del país, pero fueron reprimidas poco a poco por el gobierno.
“El reclamo principal donde empezaron, que fue en Santiago de Cuba, era corriente eléctrica y comida. La situación en Cuba ha empeorado en las últimas semanas. Se ha agudizado el tema de la falta de electricidad” expresó sobre las razones del descontento popular, que salió a marchar bajo el lema “Cuba Pala Calle”.
En las regiones, los constantes cortes de electricidad duran entre 16 y 20 horas, mientras que en La Habana solo duran seis horas.
La situación de la isla ha empeorado en las últimas semanas / Crédito: Cortesía Neifé Ragau.
Las manifestaciones se replicaron en las localidades de Bayamo, Camagüey y Cobre, una de las zonas más pobres del país.
En Cobre, resaltó la periodista cubana, tuvo lugar una manifestación pacífica, pero fue reprimida violentamente por la policía y hubo detenciones. Por ello, los locales volvieron a protestar, pero esta vez pedían la liberación de los detenidos, de los cuales no se conoce su paradero.
En Bayamo, la gente también salió a reclamar por la libertad de Cuba y entonaron el himno nacional, aunque fueron reprimidos violentamente.
“El reclamo era la libertad y cantaron el himno nacional en plena calle, hicieron un recorrido por toda la ciudad y según me cuentan amigos de allá que estuvieron en la protesta y testimoniaron lo que sucedió, fue una protesta igual por el recorrido y por la connotación patriótica que tuvo a las protestas del 11J”, señaló aludiendo a las manifestaciones del 11 de julio de 2021.
Durante esas manifestaciones multitudinarias, resonó la frase “Patria y Vida” en contraposición a la frase “Patria o muerte ¡Venceremos!”, pronunciada por Fidel Castro en marzo de 1960, tras el triunfo de la Revolución cubana.
El lema “Patria y Vida” volvió a resonar en la ciudad de Camagüey, pues además de las protestas pacíficas, bajo la supervisión policial, los locales colocaron letreros con mensajes de protesta.
Días después, en Santiago de Cuba, donde las manifestaciones tuvieron su génesis, un grupo de agentes del gobierno intentaron entablar un presunto diálogo con los locales, pero estos han dejado de creerles.
“Las personas no quieren escuchar más ninguna justificación, no quieren más promesas. Quieren una solución a sus problemas que son reales y que son diarios. La comida se echa a perder. Nadie puede hacer su vida con normalidad y eso agobia muchísimo” resaltó Rigau sobre la situación de los cubanos.
Una de las soluciones del gobierno para apaciguar las protestas fue llevar comida al lugar donde los manifestantes se congregaron. La periodista cubana indicó que aparecieron camiones cargados con arroz, con leche y con los productos que escasean en esas zonas.
Sin embargo, para Rigau, este gesto escondería una trampa para la población, pues señaló que durante el reparto se anotaron nombres que supuestamente serían para las libretas de abastecimiento.
“Esa puede ser una medida para controlar a esas personas y luego reprimirlas, citarlas, amedrentarlas, tal vez acusar a algunos por haber participado en las protestas”, denunció.
En el otro lado de la isla, conocida como “el occidente”, las manifestaciones tuvieron como escenario el poblado de Santa Marta, cercano a Varadero, una de las provincias más turísticas.
“En Varadero donde están los hoteles que nunca o casi nunca pierden el servicio de electricidad porque al turismo sí hay que garantizarle todas las comodidades. En cambio en Santa Marta, que está a unos pocos kilómetros de los hoteles, la gente padece los apagones y salieron a protestar el 17 de marzo a eso de las 10 de la noche”, relató Rigau sobre las protestas en el poblado.
En cuanto a la capital de Cuba, La Habana, la periodista comentó a El Reporte que hay una constante vigilancia del Estado a la población, especialmente en los puntos cercanos a las zonas del capitolio y El Vedado.
Cientos de personas protestaron en la localidad de Cobre, en Santiago de Cuba.
Ataque a la libertad religiosa
En medio de las protestas, el régimen de Miguel Díaz-Canel prohibió dos procesiones por Semana Santa, reprimiendo así la precaria libertad religiosa de ese país. Una de las procesiones estaba prevista realizarse en Bayamo, mientras que la otra se iba desarrollar en la zona de El Vedado, La Habana.
A través del diario La Hora de Cuba, el P. Léster Zayas, sacerdote de la Iglesia del Sagrado Corazón en la zona de El Vedado, dio un mensaje sobre la prohibición del Partido Comunista Cubano (PCC) a la procesión del “Santo Entierro de Jesús”:
“Ciertamente hubo una prohibición que impedía que las sagradas imágenes salgan al barrio de El Vedado, como cada año. Sin embargo, hay una realidad de fondo: no se puede impedir que el amor de Dios, que la verdad de Dios, que la justicia de Dios y que la misericordia de Dios salga y alcance a todos, incluso a aquellos que han prohibido la procesión. Esa es la esperanza nuestra y es lo que hemos celebrado en el oficio del Viernes Santo”.
En ese sentido, el P. Castor José Álvarez Devesa, quien reside en la ciudad de Camagüey, explicó a El Reporte que tras más de 60 años de vivir bajo un régimen comunista y dictatorial, los cubanos han dejado de creer en los ideales de la Revolución Cubana.
“En estos momentos vamos a decir que hay una disminución grandísima del apoyo a la ideología marxiasta. En estos momentos, con lo que ve en la calle, el pueblo cubano está hastiado del sistema. Poca gente en la calle defiende el comunismo y el pueblo se queja de la situación”, comentó.
“Actualmente no tiene ganancia en el pueblo, las personas creen en dios, es un paso importante en la historia creer en Dios y Jesucristo. En el tiempo en que la libertad está reducida, hay que enseñar a vivir en la libertad, a responder a Dios libre, como Iglesia le damos un rostro a Dios con los mandamientos del amor que supone esa libertad”, puntualizó.
Este Vía Crucis de escasez y cansancio parece no tener fin en Cuba. El gobierno reprime las protestas, amedrenta al pueblo y le quita su libertad religiosa. Aunque el régimen siga pregonando con sus acciones el lema de Fidel Castro “Patria y Muerte”, la población cada vez más se rebela contra ese sistema comunista y manifiesta su deseo de mejorar su situación, pidiendo “Patria y Vida”.